En un viaje a ninguna parte te puedes encontrar con muchas cosas, sobre todo porque no esperas mas que lo que ya tienes y lo que llegue, siempre será nuevo.
Puedes encontrarte con alguien que te soba los pechos con una esponja simulando un masaje exótico, o te puedes encontrar con que no te puedes tomar ni una cerveza porque es pecado, o simplemente te puedes encontrar con un cucurucho llenos de besos en la vuelta de la esquina...
Yo me bajo en la estación de los poetas, esa que con solo aparecer, acarician mis sentidos.
Pero que los poetas no sean efímeros.
ResponderEliminarCuestión de arriesgarse.
Beso
Y me puedo encontrar con maravillas como la que acabo de leer y acarició mis sentidos,porque viene de esa estación, la de los poetas.
ResponderEliminarMil besos!
Sin duda la mejor estación de todas.
ResponderEliminarBuena elección.
Besos.
Pero toda poesía necesita una mano que la escriba y unos oidos que la escuchen.
ResponderEliminarSaludos
Que lindo Veronika! Esos son los viajes mejores, los que nunca olvidamos, me ha encantado leer esta prosa tuya, que tan brevemente transmite una brillante luz :)
ResponderEliminarSaludos
Me encanta como escribes. Espero que no te moleste, pero te he enlazado desde mi humilde blog Charcos paralelos, perdona mi atrevimiento. Tu blog me parece absolutamente fantástico. Un saludo.
ResponderEliminarQué dilema...
ResponderEliminarUna estación cuyos andenes tienen la posibilidad de subir y bajar...incluso de montarte con el tren en movimiento.
ResponderEliminarSaludos