Sin titulo.

De vez en cuando una cuota de optimismo no viene mal. Ya sé que no es mi costumbre, pero será el sol que me dio ayer en el culo que me quedó como el de un mandril por una sesión playistica de dos horas. El caso es que después de tanta espera parece que no moriré de cáncer, ni tendré problemas a la hora de quedarme embarazada, si por esas casualidades de la naturaleza, ocurre. Según el doc, tengo un quiste raro. Según yo, me comí a mi hermano cuando apenas era un embrión.
Es así de asqueroso, pero existe. Mas rarezas se han visto, como lo que acabo de ver en la tele: algo así como un nuevo género musical llamada RUMBA VOLCÁNICA. He ido a la wikipedia y no existe y he gugleado (me encanta guglear, gugleamos?) y salió una piba bailando al lado de una fogata.
En fin, que he decidido vivir. No me suicidaré en las próximas horas ni pensaré en cócteles molotov. No intentaré flagelarme y empezaré a comer bayas de Goji (no sé lo que es, pero esta de moda).
He decidido seguir diciendo lo que pienso, le guste a quien le guste. Anoche, una amiga contó como anecdótico lo siguiente:
" Veronika me sirvió un café con leche frío y yo, bueno ya saben cómo soy, no dije nada y cuando se da cuenta me dice ¿porqué no me lo dices? y yo me quedé callada, entonces Fany acotó - porque eres un amor- Y Veronika precisó PORQUE ERES GILIPOLLAS".
Seguiré siendo como soy, ciclotímica, paranoica, riéndome por dentro, con una gran cara de culo, de pocas palabras y muchas miradas, amante de la música y de los hombres, heterocuriosa, consumidora de 0'0, fumadora ocasional, argentina hasta la muerte, española por adopción, enamorada de los otoños y los gatos, Cortázar en el corazón, soñadora empedernida, especialista en pajas mentales, rompebolas por elección, antifan de Cristiano Ronaldo y fan de del "mmmhhh ahhhh" después de un polvo.
Hoy, me merece la pena vivir. Mañana cantará otro gallo.