Cuando iba hacia la cocina a preparar un té, pasaba por mi lado y apenas hacía un poco de aire.
Alguna vez fué guapo. Me acuerdo que una de esas mañanas mientras yo simulaba trabajar, inclinó su metro noventa desgarbado y con unos ojos tremendamente grises me dijo que no me preocupara. Yo lo observaba... los pasos cortos, arrastrando los talones, avanzando lento, mirando al suelo.
Una tarde me pidió ayuda.
Aquel dia apenas habia salido de su cuarto.
Apenas habia leído un libro.
Apenas habia comido.
Apenas había hablado.
Apenas había mirado a través de la ventana.
El cadáver tendido en la cama se dobló hacia un lado dejandome al descubierto sus huesos y una piel blanda y suave.
La morfina haría efecto en breve. Me deshice de las jeringas y los parches y de este rol de enfermera que jamás pretendí.
Solo tenía que cerrar los ojos y respirar.
- Respirar...el difícil oficio de la vida o la dificil tarea, o el único objetivo....o no sé.
Resignado el cadáver al dolor y al final sin retorno.
Resignada yo al silencio y a la espera.
Resignada yo al silencio y a la espera.
Los cadáveres tienen enfermedades incurables.
ResponderEliminarUn beso grande.
Ese cadáver no tiene buena salud.
ResponderEliminarDeberías llevarlo a urgencias.
Besos.
Jo tía, me has dejado con los ojos bien abiertos...Beso.
ResponderEliminartodos seremos cadaveres algun día.
ResponderEliminarlos cadaveres se dejan querer mucho muchisimo.
¡¡¡VeK!!!
ResponderEliminarHay cadáveres que dan risa, otros que dan pena y algunos que hacen llorar. Pero también hay los que sin saberlo, ya son cadáveres.
Estos últimos, me dan miedo, ¿por que será?.
¿Que tal si hablamos del tiempo?.
Mi abrazo, querida amiga.
Ciertamente, es un cadáver dolorido, muy, y debería estar en dulce paz.
ResponderEliminarMe encantó, su clima, su manera de discurrir...recordé la escena de "El paciente inglés", cuando él junta las ampollas...Y esa condena de ambos, muy bello, macabro y bello. Besos.
ResponderEliminarme paro en la silla y aplaudo!
ResponderEliminarbravoooooooooooo!!!!!
besos, maestra*
Oye cabra loca, como se te ocurre escribir sobre cadáveres!! que después tengo pesadillas joer!!! ja jaja
ResponderEliminarBesos más muertos que vivos.
He sentido muy solo a ese cadáver.
ResponderEliminarBesos.
Yo me siento el cadáver... muchas, pero muchas veces... más de las que pueden imaginar...
ResponderEliminarUn beso o 2 ***
No hay cosa mas denigrante, que el irse consumiendo poco a poco, deshauciado de la vida.
ResponderEliminara mi también me parece una boludez, y estuve a punto de colgartela aquí...jeje
ResponderEliminarYo no quiero ser cadáver, digo que prefiero pasar directamente a fantasma, sin esas dolencias de una agonía dolorosa que sabes que va consumiendo poco a poco cada aliento de vida que te queda.
ResponderEliminarY el papel de la enfermera...ufff! ese creo que aún es peor.
Una onda six feet under!! jaja
ResponderEliminartal vez sólo la acompaña para mantenerla atenta, respirando viva.
ResponderEliminarCon la espera siempre se alcanza la muerte.
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana.
Resignarse es comenzar a morir. Mejor seguir luchando y que la muerte llegue de repente, que no nos encuentre listos para aceptarla.
ResponderEliminarSaludos
J.
Cierto lo que dice Kenit.
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