Sé que a veces soy esto, un alguien que intenta ser algo, y que por irremediable que sea el paso del tiempo, soy una mujer que me gusto mas ahora que antes. Y estoy segura que tiene que ver con la madurez y esas cosas, pero tambien he descubierto que jugando a las casitas he aprendido a reconciliarme conmigo misma y a darme la oportunidad de enojarme, de gritar, de decir, de llorar, de lamentar. Algo que a lo mejor antes, era casi imposible porque cuando uno nace payaso, es payaso toda la vida, o cuando nace gordo, muere gordo, y cuando uno nace enano, muere enano. Y estar triste y pedir ayuda no entraba dentro de las posibilidades de uno...
Sé que a veces no respondo a los cánones ni de belleza de mujer ni de ama de casa ejemplar, ni tampoco he sido capaz de terminar nada de lo que me he propuesto porque es así, nadie lo entiende pero me aburro. Me aburro tanto que no no soy capáz de abrir un paquete de galletas por donde debe ser porque seguro que existe la forma mas rápida de hacerlo y es arrancando de cuajo el papel.
Si, tu me dices muchas veces "en qué piensas?" y yo digo "en nada" y te juro por la gracia de dios bendita que la NADA me parece tan interesante...
Y eso, hoy he salido a la calle con unos zapatos nuevos, pero no le quite la etiqueta... no porque quisiera llevarla conmigo, sino que ...me quedaban tan bien lo tacones! que me olvidé.
La que nace elegante....
ResponderEliminar:)
Besos.
esa etiqueta te da un toque personal, inconfundible
ResponderEliminar¿ A quien le importa sino a ti los detalles ??
Besos
Sintámonos especiales cada día. Seamos nosotros sin tener que ser nadie más.
ResponderEliminarBesos preciosos
estás cortazariana hoy...otra vez parecés La Maga.
ResponderEliminarmil besos*
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPara abrir yo las galletas, no utilizo la tira, ni desdoblo el celofán; paso un cuchillo con dientes entre la cuarta y quinta galleta. No es que me crea más listo, sino como tú dices, soy así y disfruto del comenzar un paquete a mi manera.
ResponderEliminarSaludos
dele taconee Veronique. Quien pudiera evitar el vértigo.
ResponderEliminarPor el resto un clap clap.
Bueno el que nace gordo puede hacer dieta, si le apetece claro, o viceversa. Pero olvidarse de quitar la etiqueta por el placer de llevar lo nuevo, eso si, no tiene precio.
ResponderEliminarUn abrazo
Relata usted con mucho humor. A veces, vaya que sí, la NADA se presenta tan atractiva.
ResponderEliminarCon los tacones, con etiquetas o no, todo se ve un palmo más alto no?
ResponderEliminar...:-)