Lunes.

- No pretendas que espere al Lunes. Hoy es Lunes.
Y no es que tenga que existir este día porque sí, porque es así y punto. Los lunes es cuando la silla de ese hotel espera que me siente a esperarte a que vengas como siempre, con aires de ejecutiva cuando sé perfectamente que vienes de la tienda de los chinos de robarte el último rimel que ha traído.
Rimel que quedará impreso en mi camisa. Rimel que se irá con tus lágrimas. Porque solo tu sabes llorar en un orgasmo, y solo tú te puedes reír después de comerte una manzana porque se te adormece la lengua.
Lengua que me acosa, me quema, me excita, adoro, extraño, deseo.
Deseo que mezclo con ansias. Ansias de verte y tenerte otra vez, como cada Lunes, en este hotel de sábanas sucias y tu olor.
Olor a sexo vibrante que mis dedos acarician porque estas lejos y te vas siempre que vienes.

- Prosa. Palabreria. Follame y estaremos en paz.