Diciembre tiene ese ambiente navideño que detesto. Qué coño son las zambobás? eh? Me encanta la lluvia y estas tormentas eléctricas me enamoran, pero el mercadona atiborrado de turrones no es poético. Luego, los gritos de los niños, y las viejas borrachas cantando villancicos. No. No me gusta.
Este Diciembre ha sido aparte muy particular, porque coincide con la vuelta de un viaje eterno a mi tierra y las pocas ganas de volver, y la gente se pregunta " y porqué volviste?" como si fuera tan fácil...murió gente, nacieron otros. Y encima de todo me quitaron un ovario.
Acaban de darme el alta, ya estoy en casa, y enciendo la tele y el espíritu navideño me acongoja (irónicamente hablando) Y pienso que a lo mejor es una buena fecha para ver las seis temporadas de Doctor en Alaska comiendo las cajas de Ferrero que me han regalado y olvidarme de los 14.000 km que me separan de papá y mamá y lo cómoda que estaba sin hacer comida y con la ropa planchada, del espíritu Navideño de los cojones y del puto enema.
O sea, que todo vuelve a la normalidad, para bien y para mal.
ResponderEliminarEspero que todo te vaya bien.
Siempre nos quedará un bombón. Y la tele.
ResponderEliminarEstás en casa. Hay mariposas. Se puede pedir más. Pero en la curiosidad está la gracia.
Cuídate. Que te cuiden.
Saludos de paso.
Hoy sólo te quiero dejar un abrazo muy fuerte. Muy fuerte.
ResponderEliminarya estás, deladodeallá...
ResponderEliminarel espíritu navideño acongoja en los dos lados...estás en casa,nena...
pasame un ferrero,che!
mil besos*
Una vieja borracha cantando villancicos es un espectáculo inolvidable... y si se anima a bailar como cuando era joven ya no hay palabras para describirlo.
ResponderEliminarA mí no me ha hecho falta llegar a Navidad para saturarme. Ya lo estoy.
Cuídate. No pensé que fuera tan serio. Pensé en una gripe o algo así.
Besos.
Anda, cuídate eso y olvídate de la navidad, muchos lo hacemos y ni nos damos cuenta...
ResponderEliminarun abrazo
manda al carajo la navidad... hay cosas mças importantes...
ResponderEliminarsaludos y un abrazo.
bueno...volviste y esperemos q todo se encauce
ResponderEliminarLamento lo de tu salud, soportar la propia realidad se hace difícil a veces, y encima soportar el propio cuerpo ajjjjj! Estaría de muy mal humor. Naturalmente desarás estar contenida, pero acordate de que por algo te fuiste, o llegaste, o qué sé yo.
ResponderEliminarel problema de la navidad y el fin de año es que superlativiza eso de las "fiestas", como si fueran las más importantes. Afortunadamente sólo me preocupo por la buena mesa, lo demás me importa tres pitos.
Y si por mediados de enero andaremos por España, ni pienso avisarte, allá no hay quilmes.
Besos.
Tiempo atrás me hubiese reconocido al leerte. Hay un suegro que ya no estará, una amiga con leucemia, otra con esclerosis y un bebé que nunca fué.
ResponderEliminarPero ahora he vuelto a amar la Navidad, será que el querer de los hijos lo puede todo...
Besos optimistas
Tus disparos son certeros. Tienes mucha destreza en el manejo de la pistola. Guardaré tus casquillos de bala, hacen juego con los míos.
ResponderEliminarUn besazo, Veronika. Y feliz regreso a casa de nuevo.
ResponderEliminarPD: Espero que el gato haya sido benévolo esta vez.
No sé cómo pude haberme perdido tantas entradas tuyas. Ando perdida en las últimas semanas (diciembre y el ambiente navideño también me perturban), pero no quería haber estado tan ausente de aquí y menos en momentos en que, ahora lo sé, me hubiera gustado estar junto a ti.
ResponderEliminarSí, no es mala época para revisionar "Doctor en Alaska" con una caja de Ferrero Rocher.
Espero que a estas alturas ya te estés sintiendo mejor, física y anímicamente. Intuyo que perder un ovario duele más en la mente que en el cuerpo.
Un abrazo enorme