Desayuno.
Me quedo pensando en nada mientras remuevo el azúcar una y otra vez.
Los ojos brillan mas a la mañana por la lagrimita que todavía duerme.
Los pelos revueltos. Odio peinarme.
La cicatriz duele con la humedad...
hay mucha cicatriz, hay mucha humedad.
El primer sorbo quema por dentro.
Quema el alma.
El humito dibuja formas extrañas.
Mis ojos apenas pueden ver, permanecen estáticos mirando nada.
Café.
Nada.
Nada.
(Ni rastro del recuerdo)
Vigilia aún.
Vigilia aún.
(Ni rastro de vos)
Café.Caliente. Vigilia. Vos.Me quemo sola.
Mi cicatriz quema.
Mi café quema.
vos también.
Mis piernas abiertas
de par
en
p
a
r
Me gusta ese momento de la mañana en el que uno no piensa nada, pues todavía se encuentra del lado del sueño, y en la vigilia está como vacío de si mismo.
ResponderEliminarMe gustó
Beso
...que buena eres transmitiendo las palabras...
ResponderEliminarAunque tengamos los ojos abiertos, nuestras neuronas siguen dormidas...
ResponderEliminarmenudo despertar, chica
ResponderEliminar;)
Te diluyes en tus letras.
ResponderEliminarMe encanta.
Un grato saludo.
mira que estaba yo pensando esta mañana lo mismo
ResponderEliminarQue manera tan rara de tomar café...
ResponderEliminarBesos.
Ah, y el poema es MAGNÍFICO!!!
ResponderEliminarBesos.
pensaba algo muy serio...pero el comentario de Toro me distrajo y me hizo reir...
ResponderEliminardesayuno caliente...
el dibujo en planos de este desayuno es..qué decir...óCtimo!
besos*
Siempre me encanta pasar por aquí.
ResponderEliminarEs realmente bueno.
Besos.
Yo por eso desayuno con mate...
ResponderEliminarJe!
;)
Un beso o 2 !
Me gusta el nuevo diseño...
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Supongo que esa frase de Bukowski te define. Diría que es una exposición indefinida de la desolación. No sé.
ResponderEliminarEn todo caso, si Bukowski hubiera sido mujer hubiese escrito esto.
Todo quema, Nika.
si, al final...todo quema por dentro, arrasa el calor desde el fondo y deja todo convertido en cenizas.
ResponderEliminarNo aprendemos.
volvemos a quemarnos.
siempre elegimos quemarnos.
No sé qué diría Bukowski sobre esto, tal vez se olvidaria de la vigilia y del café y se quedaría con la parte de las piernas abiertas.
saludos a todos.
Juro que aquí dejé comentario, elogiando este bello poema y su forma final de derramarse.
ResponderEliminarCreo que Bukowski hubiera echado más aguardiente en el café, entre las piernas y hubiera probado con un fósforo..."y la chispa de la cerilla en la cajita fue el último ardor que gocé...". Creo que eso hubiera hecho. Besos.
Al par... par!
ResponderEliminarAl vino... divino!
Mi problema con el café es que lo poso en la mesita y se me olvida. Cuando me doy cuenta ya está frío. Por eso quizás no me quemo nunca, aunque muchas veces hasta estando frío hace daño.
ResponderEliminarUn saludo
Me encanta tu capacidad de transmitir con letras, de recrear una imagen, de permitir inventarte(nos).
ResponderEliminarUn placer tu espacio. Gracias por la visita.
Regresaré :)
Un beso grande.
Sugerente...
ResponderEliminarNo puedo decir nada más. Me has dado muchas ideas... muchas imágenes... Muchas...
Saludos y Suerte
J.
Croisant!!! Ademas suaviza la quemazón...del café.... Ya no te molesto mas, que llevo un rato leyendo tu blog y descubriendote sorbito a sorbito... Besotes!!!
ResponderEliminarPD: Ya no te vuelvo a decir lo del croisant en la cama, que parezco repetitivo....jejeje! Besotes!!!