Me pregunto dónde quedó el sintoma del vivo.
El que bosteza, se estira. Se levanta....
La alarma suena, abrazo la almohada.
No quiero estar sola.
Sola con vos durmiendo al lado mio.
Me pregunto donde quedaron los floreros con claveles blancos.Y las palabras hermosas? andantes?
Los fideos con tomate.
La canela en el té...
El humo del cigarrillo.
La risa evidente.
Todo se ha domesticado.
Todo se ha mecanizado.
Y me cepillo los dientes pensando si existirá la mínima posibilidad de tenerte tres cuartos de hora para sentirte vivo.
Tres cuartos de hora, para siempre.
(o sea)
para mi y para vos.
Sin embargo en ese lapso donde no está del todo despierta, pero ya en vigilia, es cuando suele garabatear sus ideas más geniales ...
ResponderEliminarno es poco
ResponderEliminarno pude evitar pensar en el principito. Sólo trate de que esa domesticación no tiña de gris el cotidiano.
ResponderEliminarCómo se hace para poner un "me gusta" en esta cosa? :P
ResponderEliminarBesitos
"Adónde quedaron las palabras hermosas y andantes?"
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, es una pregunta que no paro de hacerme desde hace una semana... (you know what...)
Un beso o 2 !
Te quiero "Pop" *
Tres cuartos de hora...
ResponderEliminarContigo?
Eso es un suplicio insufrible, jajajjajaja
Besos.
Será la eternidad, y espero que lo disfrutes...de lo contrario lavarte los dientes será una pérdida absoluta de tiempo eterno...Besos, con hilo dental entre los dientes y tinta seca (no sé si es mejor) Besos.
ResponderEliminaryo tambien quiero tres cuartos e hora para siempre
ResponderEliminaresta vez me dejás sin palabras...
ResponderEliminarpienso un rato y puedo decir: acaricia y duele.
besos, maestra*
Ya no quedan momentos Veronika, tan sólo sueños :(
ResponderEliminarBesos desconsolados
Los recuerdos ya no hay quien os los quite y seguro que han sido los mejores.
ResponderEliminarTransmites tan bien...
Besos y buena semana Veronika.
Hay días en que uno se levanta de la cama y no sabe para qué lo hizo.
ResponderEliminarEs tanto y tan poco a la vez... Tres cuartos de hora. Lo que se puede hacer y lo que no se puede...
ResponderEliminarMe envuelve tu escritura. Me envuelve de manera acogedora... Me quedaría tres cuertos de hora leyendo (que es mucho, pero poco...a la vez)
Un beso.
Venía a leer a los demás, no a UD, que sé que rara vez responde :P
ResponderEliminarMe encanta Rayuelita que ahora nos dice maestras, antes de agradecerle, deberíamos cerciorarnos del por qué, Veronique :O
Torito, incroyable.
Y me gusta Rombo que le ofrece sus tres cuartos de hora de lectura.
Querida Rouch... justamente estaba yo releyendo los coment, y aunque tenga ud razón que rara vez respondo, esta vez tenia ganas.
ResponderEliminarpero no lo haré, ya sabe que prefiero los private!
estamos en Veronique las dos...eso me gusta.
nos tomamos un café?
Sola con vos durmiendo al lado mio. A mi también me encantaria estar sola con el, durmiendo a mi lado, pero todas y cada una de mis noches...que complicado es todo a veces. Cuidate ;)
ResponderEliminarAcabo de leer tu comentario en Acróbata, y me ha gustado, me hiciste sonreir, porque a veces, pienso lo mismo.
ResponderEliminarTe leo ahora y me identifico con tus palabras, así que si me permites, por aquí me quedo.
Saludos
Mucha gente sólo es capaz de sentir que está viva mientras duerme...
ResponderEliminarOtra gente prefiere la vigilia...
Yo prefiero un estado intermedio de deseo permanente...
Saludos
J.
A mi tres cuartos de hora me parece poco pedir. Igual es mejor pedir bastante más, por si luego hay que regatear.
ResponderEliminarEstoy encantada,segundo texto donde se cita(el inombrable)tabaco.
Con tu permiso me quedaré por aquí a disfrutar de un cigarrillo.
Salud.
Perdón,me comí una "n", innombrable quería decir.
ResponderEliminarPerdona la comparación, pero esta historia es lo que me ha venido a la cabeza al leerte:
ResponderEliminarUn amigo tenía un perro que empezó por destrozarle la suela de los zapatos a mordiscos, luego siguió con los sillones y el relleno, y le hubiera destrozado la casa entera si no es por alguien que le dijo que el perro tenía demasiada energía para él, que o le dedicaba tres cuartos de hora al día o la convivencia sería imposible, por mucho que le quisiera.
Un beso