martes, 7 de junio de 2011

Micrónicas

1)La noche se acababa pero la discusión sobre moralidades desencadenó la pasión en un parking de casillas rodantes o caravanas de circo....no recuerdo.
Solo sé que hoy en día él no puede mirarla a las ojos y ella se ríe de su contradicción.

2) Sucedió. Tal vez porque es inevitable el amor, porque entonces es verdad que existe el amor o porque tuvimos que asumirnos como "eternos amantes". Pero yo me di cuenta que esa etiqueta es un cliché, una mancha jamas quitada, una mentira creada, un escaparate de moda, esa eterna frase como titulo de película francesa, de una canción en inglés...los que se aman y jamás están juntos...final triste. Final, sin final. Preferimos los finales abiertos porque somos lo mas cobarde que hay.

3) Hay alguien que me odia y no puede disimularlo y yo disfruto tanto de su odio porque me mantiene lejos de la estupidez. Jamas me reconocí en sus ojos y descubrí, tarde, que su vida era una mentira. Por eso me alegra su odio. ¿cómo se puede odiar? qué pena tener que odiar. Yo no sé odiar.Pero también me da pereza amar! cuánto trabajo odiar y amar.
Y si mejor nos quedamos así como estamos?

12 comentarios:

  1. Odiar debe desgastar mucho.
    Que pesadez.

    Con lo tranquilo que se vive ignorando lo que no nos gusta.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Prefiero amar aunque duela mucho hacerlo.
    De todas formas, no se puede elegir, ojalá, pero es una forma de ser.
    Besos Veronika.

    ResponderEliminar
  3. Los amamntes nunca puden vivir juntos.A veces ni se tocan.
    Ser amantes es morir en el intento.

    ResponderEliminar
  4. Discrepo contigo en aquello de la pereza en emprender el amor. El verdadero amor y el verdadero odio no requieren de esfuerzos, salen solos, los que requieren de esfuerzo son sucedáneos y artificios...

    ResponderEliminar
  5. Qué buena reflexión, mi querida!
    Para qué mierda odiar? Y cuanto agota el hecho de amar! Quedémonos así, como piedras móviles...

    ResponderEliminar
  6. qué pereza odiar, sí y cuánta energia perdida pudiendo aprovecharla para otra cosa..
    Amar.. quién supiera lo que es eso..

    ResponderEliminar
  7. ¡¡¡VeK!!!

    Yo la verdad es que soy un tipo un poco raro. Odio bastante, muy a menudo, pero jamás he odiado a otra persona o animal.
    Mi odio natural, es hacia las cosas. Hay cosas tan odiosas para mi, que las eliminaría de un plumazo, sin pensarlo un solo segundo.
    Creo que a eso se debe el que sea un tipo tan raro. ¿No crees?.

    Te puedo prometer, que a ti jamás podría odiarte. Por que no eres una cosa y por que me gusta como piensas... Si como piensas es parecido a lo que escribes.

    Un cariñoso abrazo, querida amiga.

    ResponderEliminar
  8. 3)Me odias y yo por ello te amo, porque si me amases tal vez perdería el encanto.
    2)Como imanes nos atraemos, aún sin amor o amando, o puede quizás, también odiándonos; pero lo pasado, pasado está, ahora tan sólo disfrutamos.
    1)Y como no hay dos sin tres tenemos de nuevo que distanciarnos.
    3) Y ahora de nuevo nos odiamos, o me odias y yo …
    Cíclico. Siempre suele haber un ciclo repetitivo en algunas relaciones dispares, que parece que nunca llegará al final y carece de sentido alguno.
    Me gustan mucho tus micrónicas…Mi imaginación se encarga de crear una historia más larga. (que igual nada, poco o mucho tiene que ver)

    Buen fin de semana Vero.
    :)

    ResponderEliminar
  9. Me quedo de las tres micrónicas,,
    con la segunda...
    ks!
    adeú

    ResponderEliminar
  10. dicen que del amor al odio hay un paso..la verdad es la otra cara de la moneda...si odias es porque amas al mismo tiempo..

    el odio es una forma de amar


    YO NUNCA HE ODIADO A NADIE

    ResponderEliminar
  11. reflexiones en caravanas de circo...grandes tucrónicas...grandes.



    beso*

    ResponderEliminar

Ahora tu...