Diciembre en La Violeta

Me contó Carola que en Diciembre, las mañanas en la Violeta son como las de éste lado. Un regalo. Cuando amanece de aquel lado, el despertar es mas lento y las sorpresas mas predecibles.
Resulta que en Diciembre, de éste lado, los árboles de la Violeta reciben un regalo. El regalo del Poeta.
Carola dice que es algo que sucede todos los Diciembres, pero que en su caso es la primera vez que amanece un Diciembre en la Violeta y entonces es una novedad.
El Poeta deja papelitos escritos con bella palabras en cada uno de los árboles, y parece que cada uno de los habitantes busca el suyo. El Poeta escribe para cada uno de ellos. Hay poema para el carnicero, el taxista, para el único médico, para los pocos niños, poema para la última abuela y también para los gatos... Carola encontró su árbol y grabó en su memoria estos pequeños versos:

...Hoja verde

                     sola y tímida

cuelga de mi pensamiento, ella, la Nueva.

 Destellos de sueños

renuevan las calles

son los suspiros de ella, la Nueva en Mi Violeta.