El desvanecimiento de la memoria, los sirvientes del olvido y el si te he visto no me acuerdo.
Ahora solo observo el lado derecho de mi cama, la silueta que se recorta entre sabanas y bostezos y de este otro lado yo, el lado izquierdo que tanto me siniestra.Un dedo mal cicatrizado, una rodilla operada, el ojo que menos ve, el oído que mal escucha y una masa cerebral izquierda que no aterriza.
Qué era aquello tan maravilloso que se me había ocurrido? qué era?
- Seguro que era algo que no debiste pensar...una mentira, una tontería....
No quería pensar que en La Violeta había o existían días prescindibles: un día normal como ir a comprar el pan normal, hacerse un té normal, hacer el amor con normalidad, ducharse normalmente. Estaba segura que debía pasar algo fuera de lo normal.
Me acordé de Juan Pablo, de Gianuzzi, del sapo....del sapo de Gianuzzi, de los suicidios, del desamor, de los laberintos del deseo, de las Navidades en verano, Onetti, los pueblos, del piano que nunca toqué.
El té esta frío....
Seguro que era algo que no debiste pensar...una mentira, una tontería....
ResponderEliminarComo nos consolamos siempre tirándole data falsa al cerebro.
Un beso o 2 #
yo vengo de la casa del torito, de escribirle que lo onírico trascendió la vigilia, y me leo entre letras, a modo de universos paralelos.
ResponderEliminarquerida, qué poquito falta. De hecho cuando la Violeta tenga días iguales, ella la abandonará por un rato, porque en realidad es ciudadana del mundo.
El olvido, ese río que nos recorre adentro, suele llevarse cosas increíbles, genialidades. Hay algo de genio en poder retener las genialidades. Uffffffffff....me hice bolas...
ResponderEliminarNo sé, me imagino instantes abstractos, como de punto ciego.
ResponderEliminarNo sé que decirte.
Sigue pesrsistiendo.
¡¡¡VeK!!!
ResponderEliminarCreo que te invade la melancolia debido a un "lado izquierdo" que se pasea por los barrios bajos con aires de grandeza.
Tus recuerdos y los deseos salen del "lado derecho"; si no seguro que sabrías tocar el piano. A mí me encantaría saber tocarlo. Me tendré que conformar con tocar la zambomba ahora que llega la Navidad.
Hay una cosa aún peor que dejar enfriar el té, y es permitir que se enfríe el café.
Ahí va un abrazo amiga!!.
Es imposible hacer el amor con normalidad, por eso se te ha enfriado el te!!!
ResponderEliminar:))
Besazos enormes
Nunca terminamos o nos permiten estar seguros, parte del capricho de la vida.
ResponderEliminarLa Violeta tiene un halo de misterio que me cautiva.
Besos.
Bellísimo...tanto ha sido el goce que parece que en La Violeta ello deja de ser normal, y fuera de lo normal se te olvidan aquellas cosas que valía la pena anormalizar (valga el neologismo). Cronopios oscuros los que andan por este territorio, pero cronopios al fin...buen momento para saciar la sed con té frío y volver a montar el lado derecho de la cama, darle un poco de vacaciones al ombligo (jajajaja) Besos.
ResponderEliminary yo me acordé de las mellizas de Blanco Nocturno, de piglia...seguro que en La Violeta todos las conocen...*
ResponderEliminarSomos esclavos de una rutina...
ResponderEliminarQue no te encuentro en facebook!!!!
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