No seríamos nosotros si no hubiésemos sido los de entonces. Desasosiego indescriptible. Culpable aquel que se nos metió en los aquellos y ahora nos obliga a ser ésto.
Me dí cuenta que andábamos sin esperarnos el día en que en aquel autobús recorrí las mismas calles cuatro veces. Pasaje De La Flor número 25.... la casa con bungavillas en las paredes pensé; "no podía ser de otra manera".
El mar...
- es imposible pensar con tanta hormona adolescente alrededor.
El mar... fuente inagotable de brillo. ¿qué estaría pensando ella en este momento? ¿qué estaría pensando ella con esos aires de señorita Rolling Stone?
Carola estaba pensando que había dejado pasar el momento.
Dejar pasar el momento a veces es necesario.
Es necesario para arrepentirse.
Arrepentirse de lo no hecho.
Hecho indescriptible.
Indescriptible tu.
tu y el mar.
Claro.
Me suena que dejar pasar el momento significa tragarse algún sapo.
ResponderEliminarREdondo todo, el texto....Tú..el mar...Besotes!!!
ResponderEliminarExcelente texto, llegué por casualidad, pero me quedo por decisión propia.
ResponderEliminarTe invito a pasar por mi blog, te dejo el link abajo, pues en mi perfil aparecen tres.
Un abrazo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
¡¡¡VeK!!!
ResponderEliminarEl mar es indescriptible, sin duda.
Junto a él todo es posible, incluso soñar con sueños imposibles, que como son imposibles, si no se hacen realidad, no importa.
Al menos junto al mar, los sueños son mas relajantes escuchando el rumor de sus olas.
Me ha gustado tu paseo en autobús por esa calle engalanada de flores.
Mi abrazo para ti, amiga.
ohhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!
ResponderEliminary me quedo leyendo...y leyendo...y mirando...e imagino que esa escritura escalonada del final toma forma de revólver, ese revólver que disparás, y hace salir estas maravillas de tu cabeza.*
El mar es algo, tiene peso propio y valor. Hace mucho que yo no lo veo, a lo mejor por eso tiendo a valorarlo de otro modo. No sé, me dejó pensando.
ResponderEliminarLe mando un beso.
q grandes eres :)
ResponderEliminarRealmente impresionante... Otra obra de arte de la literatura has construido...
ResponderEliminarHola Veronique, veo que tiene extasiado a su público :o
ResponderEliminarYo le destaco la epígrafe y reconozco el atractivo de la escalera final.
Igual quiero que me lo cuente.
Por supuesto que no podríamos ser sino hubiésemos sido antes. Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarMe gusta absolutamente TODO lo que sale de vos ***
Un beso o 2 #
Las cosas son lo que son, nada, nada podía ni debía haber sido de otra forma...
ResponderEliminarCarola es la caña...
ResponderEliminarlo mejor de dejar pasar el momento, es que siempre tenemos este momento, el actual para hacer lo que queremos hacer.
ResponderEliminarun saludo desde la lejania.
PD. de donde saca Bukowski tantas ideas si no es persiguiendome?
Que importante Vero, es en esta vida, no precipitarse, ser capaz de saber pasar el momento, analizar con serenidad y sosiego, antes de proceder.
ResponderEliminarBsos.
Disparo... Excelente texto. No sé si hay que arrepentirse de lo no hecho, tengo mis dudas.
ResponderEliminarBeso
te leo aunque te comprenda algunas cosas poco ( sobretodo Carola)
ResponderEliminary te echo de menos...
beso
ARREPENTIRSE DE LO NO HECHO
ResponderEliminarTAL VEZ ES MEJOR QUE ARREPENTIRNOS DE LO QUE SI HICIMOS
NO LO SE
NAUFRAGO EN UN MOMENTO DE CAMBIOS Y DE PENSAMIENTOS DISCORDANTES
TAL VEZ NO DEBE EXISTIR ARREPENTIMIENTOS Y TAN SÓLO HACER LO MEJOR QUE SE PUEDE CON LO QUE LA VIDA DA. SIN RESENTIMIENTO. SIN ANHELAR EL JARDÍN DEL VECINO SABIENDO QUE LO QUE NOS TOCÓ ES PURA Y EXCLUSIVAMENTE PORQUE SOMOS LOS ÚNICOS QUE PODEMOS TRANSITAR ESE CAMINO
BONITO POST
BESOS
Carola, frente al mar, es un sueño peligroso: puede dar ganas de no volver a la vigilia. Bello texto, me ha gustado mucho cómo lo has resuelto. Besos.
ResponderEliminarOdio el mar, prefiero la montaña. Más tranquila, igual de traicionera, menos gente.
ResponderEliminarSaludos ¿veraniegos?
J.
A mi Carola siempre me gustó, cuando hacía el amor siempre tenía aquellos finales explendorosos de fuegos de artificio. Era un gesticular con los brazos, gritar con la boca, incluso algunas veces sacaba la lengua; pero correr nunca se corria. Qué joia.
ResponderEliminarCarola tiene razón.
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